Sentida despedida de Abbott y Costello en Bogotá
El bar de rock referente de la ciudad cerró sus puertas el pasado fin de semana
Lo que parecía que era un imposible ha ocurrido... El referente e icónico bar de rock de la ciudad de Bogotá, ha cerrado sus puertas tras 38 años en activo. El motivo, es debido al fallecimiento de uno de sus fundadores Luis Garcia.
El pasado 14 de octubre algunos de sus más fieles clientes asistieron disfrutar por ultima vez de una cálida noche de buen rock and roll, al mejor estilo de "abbott "
La noticia llega con tristeza para los rockeros de diferentes generaciones, quienes encontraron en Abbott un punto de encuentro y una oferta de ocio distinta a la habitual fiesta latina.
Fundado en 1985, desde entonces en este local se escuchaba música de su colección propia en vinilo. Y tal como su lema "Rock de antes, hoy y siempre", se fue adaptando a los tiempos, proyectando videos VHS en pantalla gigante, hasta cambiar a nuevos formatos y aunque tenía un marcado gusto por el rock clásico, su Dj fue incorporando bandas de décadas de los 90's y 2000 en sus set list.
Muchas anécdotas tienen que contar la familia de abbott, tanto fiestas de cumpleaños donde se echaba cerveza a la cabeza de cumpleañeros, los bailes sobre las sillas sin impedimentos, conciertos en directo, amores y desamores. Y sobre todo un buen ambiente, donde no había lugar al que dirán, el todo era disfrutar de la música y buena compañía. Fue tan concurrido que hubo épocas que se hacía fila para entrar, aun teniendo que pagar la entrada.
La pena y la nostalgia de este cierre a invadido las redes sociales, donde algunos de su mas fieles clientes han dejado, sentidos mensajes y fotos de la despedida.
En lo personal, disfrute mucho de este local, donde aprendí más del rock que con la radio en casa, era un orgullo decir que había un lugar así en Bogotá y anhelaba volver una vez más.
Es indudable que Abbot y Costello
dejó huella en muchos de los rockeros bogotanos y será por siempre el bar
referente de rock en la historia de la ciudad.
Texto: Nazly Gómez