CRÓNICA: ROCK IMPERIUM FESTIVAL, CARTAGENA (Domingo 25 de Junio) - KISS y su último concierto en España
Desde hacía meses, el cartel del Rock Imperium Festival tomaba su definitiva forma para la edición de 2023, hasta concluir con un Helloween, Deep Purple y Kiss como los principales cabezas del cartel, seguidos de Blind Guardian, los fantásticos Europe y unos Skid Row cargados de heavy metal en su esencia. Aquí desarrollaré el tercer y último día del festival, el domingo 25 de junio. Celebrado en la ciudad murciana y costera de Cartagena, más concretamente en el Parque del Batel. La ciudad goza de tener, una historia predominantemente militar y de ahí el nombre de este macro-evento que dedica figuras e imágenes referentes al Imperio Romano. Junto al Parque del Batel se encontraba la Estación de Autobuses, edificio similar a un faro al cual llegue en autobús a pleno mediodía. El sol abrasador alcanzó toda la zona y se pudo apreciar la entrada del festival desde el interior del autobus, montado sobre un terreno de césped y un carril de bici en su trayectoria. Había un pequeño puñado de personas empezando a hacer cola, la mayoría equipadas con sus camisetas de Kiss y algunas con el característico maquillaje facial de la banda. Las puertas no abrían hasta las 13:30h.
Varios empezaron a correr, otros se dividían en busca de consumición, la seguridad lidió con las personas que hacían carrera con el objeto de llegar a la primera fila de los dos escenarios principales que había al sur del Parque: el izquierdo (donde actuaba Kiss) patrocinado por Estrella de Levante; el derecho, patrocinado por el mismo Rock Imperium (la Cartagena Stage). Cerca de los escenarios, tanto en ambos lados como en el centro, había puestos para el servicio de bar, donde la gente pedía su vaso (2€ la unidad) y su bebida. Al oeste, un poco más apartado, junto al antiguo anfiteatro romano, se encontraba el tercer escenario, dedicado a Festivales Región de Murcia, al que se accedía por medio de unas escaleras que alcanzaban la parte alta de los muros del Parque, y luego seguir un camino, rodeando un edificio, costa arriba, hasta llegar a unas carpas con puestos de comida, servicio de bar y un pequeño mercadillo. Todos cercanos al mismo escenario.
Frozen Crown eran los siguientes italianos que actuaban en el escenario de al lado, el salto al power metal era increíble. Giada"Jade"Etro ofreció su gran carisma ante un amontonado público. La cantante, acompañada también por la voz del virtuoso guitarrista Federico Mondelli, hizo que, con un batería energético como lo fue Niso Tomasini, el festival llegara a un clímax de auténtico sentimiento del metal.
Alrededor de las 16:15h era el turno de los 91 Suite, sustituto del grupo Nestor que canceló su paso por el festival. Pese a ello, la banda murciana de rock dejó boquiabierta a la gente con la brillantez de su música. La voz cautivadora de Jesús Espín, con el resto de su banda, actuó sembrando algo original en nuestro país, como si descubriéramos unos "Bon Jovi españoles" capaces de arrasar todos los rincones de Europa. No hay más que escuchar su animadora canción Starting All Over, con el uso del Talk Box en la guitarra.
Llegaba la hora de la función que tenía mucho interés en conocer. Una banda encabezada
por el guitarrista miembro de Judas Priest, Richie Faulkner. Se trataba de Elegant Weapons,
una reciente banda formada en el 2022 que, en el mismo festival, presentaba su primer álbum de
estudio Horns for a Halo (2023). Arrancaron con "Do or Die", chispeante manera de comenzar un
show en donde el recinto ya empezaba a llenarse cada vez más y más de gente. Los solos de
guitarra de Richie merecen una especial atención, pues de sus dedos salían notas armoniosas
que se perdían por todo el festival, desde el tema Horns for a Halo (nombre homónimo al
álbum) hasta su versión de Lights Out, canción de UFO. La banda de Richie hizo que me
quitara el sombrero, y Ronnie Romero, vocalista de la banda, supo muy bien conectar con su
público. Pese al breve setlist (de tan solo 8 temas), Elegant Weapons marcó huella. Una huella
similar al del destacado grupo Lordi.
El Rock Imperium Festival ya estaba prácticamente abarrotado de personas, preparándose
para el expectante show de KISS. Pero antes, la banda finlandesa Lordi rugió con un gran
número de canciones, sin faltar su Hard Rock Hallelujah al término de su participación.
Todavía quedaba movimiento mientras sonaban The Winery Dogs (arrancando con
Gaslight). Yo me mantuve clavado en mi misma posición cercana al escenario de Estrella de
Levante. Los hinchables de Paul, Gene, Eric y Tommy estaban listos por los laterales, el telón
negro con ese "KISS" impreso iba subiendo conforme los preparativos. Seguramente muchos
esperaban la frase introductoria "You wanted the best, you got the best. The hottest band in the
world. Kiss." como era usual.
Y así, a las 22:15h, la banda americana tiró con el clásico Detroit Rock City en un baño
de luces, colores y llamaradas, desde sus plataformas mecánicas descendientes.
Paul Stanley y Gene Simmons acogían a sus fans en todo momento; con Shout It Out
Loud, War Machine, Heaven's On Fire, pasando al escupitajo de fuego de Gene con I Love It
Loud de fondo, tan rítmico, tan espectacular, tan sensacional.
Cuando tocaron Love Gun, Paul Stanley se dirigió a la izquierda del escenario para
apoyarse en la polea que le llevaba a una plataforma céntrica de todo el público. Los móviles
recorrieron su trayectoria, grabando también la canción Black Diamond que interpretaron
después. Casi al término de la misma, Paul regresó al escenario principal para darle turno a la
balada Beth en el piano, con un Eric tan conmovedor y sentimental.
No era raro que la banda dejara los dos temas que la banda ganó identidad para el final. I
Was Made For Lovin' You es una canción de los músicos y del público. El "dooh, dooh, dooh"
rítmico hizo a sus más veteranos fans de nuevo jóvenes. La nostalgia era apreciable en sus
cantos y en sus rostros, culminando con Rock And Roll All Nite con Gene al frente. Paul no dejó
de pegarse con el público en ningún momento hasta el final, lanzando un mensaje de despedida:
"¡España, Cartagena, nunca os olvidaremos. Os amamos. Buenas noches!", terminando así el
último (si es que lo es) concierto en nuestro país.
La gran mayoría del festival empezó a abandonar el recinto, los hinchables de KISS
fueron poco a poco recogidos. No fui el único que se dirigía
rápidamente al otro escenario para disfrutar del último concierto de la noche. Más o menos en
tercera fila pude evitar todo el movimiento masivo. Los seis rombos estrellados de los clásicos
Skid Row con la batería en el centro, los micrófonos e instrumentos ya estaban colocados y
listos para que el grupo del 86 cerrara este festival.
Llegaron el bajista Rachel Bolan, los guitarras Dave Sabo y Scotti Hill y Rob
Hammersmith a la batería para iniciar, de forma inmediata y bestial, Slave To The Grind. El
vocalista sueco Erik Grönwall apareció repentinamente a un lado, sacudiendo su rubia melena
de un modo muy activo, energético y veloz. Danzando de un lado a otro del escenario. Su
simpatía era tal que podría entretenernos toda la noche. No tardaron en interpretar 18 And Life
para hacernos balancear los brazos al ritmo de la canción, tan emotiva como siempre.
Piece of Me, Livin On A Chain Gang, su versión de los Ramones Psycho Therapy, la
recién estrenada Time Bomb. La fiesta heavy continuaba pasadas la 1h de la mañana. Y después
de un breve lapso de silencio, un I Remember You esclavizó nuestros corazones. La gente
encendieron sus flashes como trayendo las estrellas del cielo al suelo. Indescriptible momento
por tanto en tan poco tiempo. Ya se acercaba la hora de despedirse, y tocaron varios temas más,
acabando con Youth Gone Wild. La participación al canto y al salto de la música fue total. Erik
no quitaba ojo a sus fans, fuese a donde fuese, tan campechano al gritar "¡Vamos, cabrones!" en
numerables ocasiones.
Skid Row dejó un buen final al Rock Imperium Festival. La próxima edición será
prometedora tras el éxito de esta segunda edición. En apenas un par de semanas ya se empezó a
organizar la edición del 2024. Se fijaron las fechas 20, 21, 22 de junio del mismo año y
anunciaron, también, las primeras bandas confirmadas: Saxon, Accept, Emperor, Beast In
Black y TNT.
Tiene buena pinta, pero esto sólo es el comienzo. Nos queda un largo año en adelante
para un festival que, esperemos, sea mucho más prometedor y convertirse en uno de los
festivales de rock más populares de Europa.